La selección española se llevó el bronce en un partido defensivamente bueno de los de Orenga. España estuvo durante la mayor parte del partido por delante en el marcador y solo un enorme Bogdanovic, que terminó con 19 puntos la primera parte, conseguía poner en aprietos la defensa española. El partidazo de Sergio Llull, que acabó con 21 puntos, fue crucial en un segundo cuarto que a punto estuvo de cambiar la historia del partido. Asimismo, Víctor Claver también estuvo muy bien durante todo el encuentro siguiendo el rol que llevaba durante el torneo, con 16 puntos y 6 rebotes ante los croatas. España supo defender su ventaja y llevar el partido a su terreno para fulminar a los de Repesa, llevándose el partido por un 92-66 en el marcador y con un sabor agridulce, pues la selección española nos ha malacostumbrado tanto que hasta un bronce parece un fracaso, aunque tiene más valor del que parece.
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